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“Aqua fons vitae”, agua para Burundi

 
12 febrero 2021   |   , ,
 
Por Alessio Valente

Alessio Valente de New Humanity Ngo, nos habla sobre un proyecto de acceso al agua en Burundi, que se está convirtiendo en una ocasión para multiplicar las relaciones humanas “en una red de comunión y de pertenencia”

Volviendo a leer las primeras páginas de Laudato sí, cuando el Papa Francisco se pone delante del mundo al que pertenecemos, destaca un problema particularmente grave “el de la calidad del agua disponible para los pobres”. En esta problemática, al pasar las siguientes páginas, surgen en cascada, las inquietudes e incluso los conflictos, que nacen alrededor de las consecuentes condiciones de vida, que se imponen a estas poblaciones. Así, en torno al tema del agua, se extienden el sufrimiento por no poder aprovechar este recurso, el agobio de quienes lo manejan y las enfermedades derivadas de servicios higiénicos inadecuados y las reservas contaminadas de microorganismos y sustancias orgánicas.

En todo esto nos olvidamos que “el acceso al agua potable y segura es un derecho humano esencial, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por esto es condición para el ejercicio de otros derechos humanos”.

Urgidos por estas palabras ante las condiciones en las que viven nuestros hermanos en distintos continentes, nos movimos con conciencia y responsabilidad, tratando de dar respuesta a sus exigencias. Por tanto, no se trata de intervenir solamente para aliviar un sufrimiento vinculado a la falta de agua, sino de ofrecer una oportunidad de desarrollo y educación a personas a las que, por otras razones, se les ha negado “el derecho a la vida arraigado a su dignidad inalienable”.

Y así ha sido para los habitantes de las colinas de Rukanda en Burundi. Una realidad de África, que Chiara Lubich definía, “donde la paz está herida, el equilibrio comprometido, los derechos humanos violados, el desarrollo reducido a una lejana meta”- En este contexto, que lo ubica entre los países más pobres del mundo, se escuchó el pedido de estos hermanos nuestros de darles la posibilidad de abastecerlos de agua potable a través del proyecto Amazi Meza, que precisamente significa, “agua potable”, promovido por AMU-Azione per un Mondo Unito Onlus y sostenido por New Humanity Ngo.

No se trataba de hacer caer desde arriba la solución tecnológica e innovadora, sino de compartir plenamente con estas poblaciones las posibilidades que emergían del territorio y sus capacidades en el ambiente de paz deseada. Para la realización del proyecto Amazi Meza fue necesaria la contribución financiera de la Conferencia Episcopal Italiana, el trabajo de la asociación local CASOBU y la participación voluntaria y consciente de muchos de los habitantes de Rukanda.

Particularmente, se han construido algunas infraestructuras para sacar agua y mejorar las condiciones higiénicas, previniendo tanto las enfermedades de los habitantes como la contaminación del acuífero. Sin embargo, la acción no se limitó a solucionar el problema desde un punto de vista técnico, sino que trató de ofrecer una oportunidad para crecimiento, en base a las necesidades reales de las personas. Así, en conjunto, se trató de entender que era necesario realizar una actividad de formación sobre la gestión del bien común dirigida a los directos beneficiarios del proyecto, orientada también a identificar quien podría hacerse cargo del mantenimiento, averías y demás problemas inherentes al agua potable.

Gracias a esta oportunidad, los habitantes de Rukanda asumieron la responsabilidad de un bien precioso e indispensable, multiplicando las relaciones humanas y haciendo que todas esas personas se sientan “insertas en una red de comunión y pertenencia”. Por esto, de una existencia condicionada por una difícil convivencia y por un ambiente aparentemente hostil, gradualmente se pasó a una vida digna.

Mientras se estaba viviendo esta experiencia, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede, publicó el documento “Aqua Fons Vitae”, que ofrece algunas propuestas operativas sobre la gestión del agua, el desarrollo y el futuro de la vida humana en la Tierra.

Nuestra experiencia de Amazi Meza encaja muy bien en las solicitudes que surgen de este documento y por ello, se ha incluido como una buena práctica en apoyo del nuestro “sentirnos íntimamente unidos con todo lo que existe”.


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