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Workshop

I am Climate Justice: yo soy la Justicia Climática

 
26 agosto 2020   |   , ,
 

Entrevistamos a Nicole Ann Ponce, una joven de Cebú, Filipinas, voluntaria del Movimiento I am Climate Justice, que aboga por el medio ambiente. Conversamos acerca de cómo nació ICJ, sus objetivos y cuánto importa que cada uno de nosotros haga su parte para cuidar el planeta.

ICJ – I am Climate Justice (Yo soy Justicia Climática) es un movimiento compuesto por voluntarios de todo el mundo, desde estudiantes, activistas, artistas y abogados de alto nivel, que utilizan el poder de la ley para que los gobiernos protejan a las futuras generaciones de la crisis climática. Una de esas voluntarias es Nicole Ann Ponce, apasionada por las Ciencias políticas, la promoción de derechos, el desarrollo comunitario y el cuidado del medio ambiente.

Ella hace seis años que comenzó a ser voluntaria del Dr. Antonio Oposa, líder del movimiento y abogado mundialmente renombrado por su trabajo en casos de derecho ambiental, creador de la Doctrina Oposa, una demanda histórica que tuvo lugar en 1993 en la Corte Suprema de Justicia filipina, que sentó las bases para el reconocimiento del concepto de la responsabilidad intergeneracional para una ecología saludable.

En sus inicios ICJ tenía 3 esferas de trabajo, que continúan hoy: la individual, la local y la nacional. La individual comenzó con la invitación a quienes quisieran comprometerse con alguna acción personal, aunque fuera pequeña, como gastar 200 ml de agua (equivalente a un vaso) para cepillarse los dientes. De esta manera, crearon una base de datos con toda la gente que se comprometía de algún modo y comenzaron a medir el impacto que la suma de todas esas acciones generaba, para demostrar que no importa cuán pequeño sea el esfuerzo, el resultado es importante: cada mínimo compromiso crea un impacto y crece cuando se suman todos esos “pequeños impactos”.

Luego de generar esa iniciativa personal y local, fueron al ámbito nacional con cuatro proyectos: Jardines alimentarios (propuesta de agricultura urbana), Compartir la calle (para contrarrestar el tráfico: generar bici-sendas, peatonales, etc.), y otros dos proyectos que están por elaborar que son para generar cuencas de agua de lluvia y sistema cloacal.

A partir de todo este trabajo a nivel local y nacional, se desplegó el movimiento a nivel internacional, con el momento más importante hasta ahora, que fue la participación de ICJ en la Cumbre Climática de Naciones Unidas de Nueva York, del 21 al 27 de septiembre de 2019. Allí presentaron una petición para pedir el asesoramiento de la Corte Internacional de Justicia sobre la siguiente cuestión: “En esta crisis climática, ¿cuáles son los deberes de los Estados en virtud del Derecho Internacional para con las generaciones presentes y futuras?”.

Además, en esa Cumbre del Clima de la ONU, expresaron su apoyo a la acción legal que Greta Thunberg y compañía presentaron el 23 de septiembre. Y les pidieron a los gobiernos del mundo que tomen acciones fuertes, serias y sostenidas para enfrentar y aceptar la emergencia climática. Además, en esta instancia, anunciaron que unirían fueras con otros grupos de jóvenes del mundo para impulsar a sus gobiernos a un cambio verdaderamente transformador.

Explica Nicole: “queremos crear un documento legal que pueda servir para que todos los afiliados de ICJ del mundo puedan empezar sus ‘mini revoluciones’, revoluciones de la mente y del corazón”.

Estas revoluciones empiezan por cada uno, en los hábitos de cada día. “Creo definitivamente que cambiar la conciencia hace que cambie todo, de hecho, lo vemos. Quizás no es un cambio tan evidente y radical, pero lo vemos. Como por ejemplo con todo el movimiento de los sorbetes”, que nació de algunos individuos que con su comportamiento crearon conciencia acerca de la creación del residuo plástico generado por el uso de los sorbetes plásticos y, de a poco, fue creciendo hasta que empresas gigantes de comida rápida cambiaron su modo de actuar: algunas empresas cambiaron el material de los sorbetes plásticos por papel, otros no lo dan si el cliente no lo pide y otros lo eliminaron completamente.

“Es un cambio sutil, pero está. Y a partir de la toma de conciencia de la gente, empiezan a cambiar el modo de actuar de las empresas, de las compañías y hasta de los gobiernos. Si la gente se expresa lo suficientemente alto, el resto va detrás. Para eso ICJ ayuda, en el construir y crear infraestructuras institucionalizas, políticas para implementar e ir en esa dirección”, explica Nicole Ann Ponce “si tenemos un documento de ICJ que insta a los Estados a tener que rendir cuentas y las compañías de sus países tienen que incorporar embalajes sustentables, por ejemplo, esto genera que se empiecen a implementar esos cambios. A veces hace falta una chispa para que se genere el cambio”.

Y a veces esa chispa surge de un individuo solo. De una persona y sus redes sociales:

Yo aconsejo a todos a publicar cualquier cambio, por más mínimo que sea, en las redes sociales. Lo bueno se contagia, yo noté eso. Estos cambios positivos son contagiosos y la gente cada vez quiere hacerlo más. Porque sí, es ‘cool’ cuidar el medio ambiente, es ‘cool’ pensar de manera sostenible con el medio ambiente… y eso, ya es mucho.

La joven voluntaria de ICJ considera que aquí es cuando las redes sociales sirven para algo, “si sigo activa en las redes actualmente, es sólo por esto, por el poder que tienen para empezar diálogos y crear conciencia”, y eso es algo que todos tenemos el poder de utilizar. Nos vuelve protagonistas del cuidado del medio ambiente: hacer y compartir.

“La realidad es que no hay Planeta B, no tenemos la posibilidad de cambiar de lugar. Y la verdad es que creo que sería muy triste que, si encapsulamos la historia del planeta en 24 horas, la humanidad se sumó ‘en el último minuto’. Es triste pensar que en ese corto tiempo vamos a ser los que vamos a destruirlo”, reflexione Nicole, “tenemos que pensar no sólo en el presente, sino que todo lo que hacemos ahora afecta a las generaciones futuras, y eso es lo más importante”.

Para poner en prácticas algunas acciones sustentables, te invitamos a ver en este posteo algunas iniciativas que puedes empezar a hacer desde hoy en tu propia casa.

Recuerda: si las empiezas a hacer o ya las haces, no olvides también compartirlo en tus redes sociales: ¡lo bueno se contagia!


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