Por United World Communities

Del encuentro entre diferentes religiones y culturas, la Escuela de Diálogo Interreligioso 2025 ha dado origen a un mensaje de esperanza: solo el diálogo puede transformar el mundo en un hogar común.

La experiencia de la Comunidad de Diálogo e Intercultura durante el Genfest 2024 ha dejado en muchos jóvenes una profunda huella: el encuentro sincero con otros, especialmente con quienes profesan una fe diferente. En este clima de confianza y amistad, nació el deseo de continuar este camino.

Los días 19, 20 y 21 de septiembre de 2025, en la Mariápolis Ginetta (São Paulo, Brasil), este deseo se hizo realidad con la Escuela de Diálogo Interreligioso para Jóvenes, cuyo tema fue: «Unidad de Dios y Unidad en Dios: un camino de encuentro y escucha».

El encuentro fue promovido por el Movimiento de los Focolares y el grupo Alas de la Unidad, que juntos celebran más de nueve años de diálogo entre musulmanes y católicos.

Éramos unas 50 personas, entre jóvenes y adultos, entre ellas el Dr. Mohammad Ali Shomali y su delegación de 11 personas. Shomali es un filósofo de renombre internacional, fundador del Instituto Internacional de Estudios Islámicos y del Instituto Internacional Risalat, y un gran promotor del diálogo interreligioso.

El encuentro también contó con la participación de varios invitados y ponentes que enriquecieron el diálogo con diversas perspectivas, entre ellos Israa Safieddine, consultora educativa en educación islámica; Mons. José Bizon, coordinador de ecumenismo y diálogo interreligioso de la Arquidiócesis de São Paulo; el profesor Atilla Kus, secretario general del Centro Islámico para el Diálogo Interreligioso; y el profesor Bennie Callebaut, catedrático de la Universidad Sophia y editor de la revista internacional Nuova Umanità.

Durante la Escuela, dedicamos tiempo a estudiar las religiones y la espiritualidad, a practicar la oración específica de cada tradición y a participar en el diálogo y la vida comunitaria.

Abordamos temas como la espiritualidad de la unidad, una introducción al islam, el Documento sobre la Fraternidad Humana, firmado por el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb, y la declaración Nostra Aetate, que en 2025 celebra el 60.º aniversario de su promulgación por el Concilio Vaticano II.

También conocimos el proyecto Wings of Unity – Alas de la Unidad e iniciativas como Living Peace y el Dado Interreligioso por la Paz, con el nombramiento de nuevos embajadores de la paz.

El intercambio espontáneo demostró que, a pesar de nuestras diferencias, existe un terreno común de fe, esperanza y búsqueda de Dios, vivido con sencillez y alegría. Durante la Escuela, sentimos con fuerza la presencia de Dios entre nosotros; crecimos en la escucha, el respeto a las diferentes tradiciones y en lo que nos une.

Al final, nació en nuestros corazones el deseo de escribir juntos un manifiesto por la paz, especialmente para los países en guerra y en particular para el conflicto de Gaza, reafirmando nuestro compromiso de permanecer fieles al llamado a ser constructores de diálogo, paz y unidad.

Fue una experiencia que realmente nos hizo experimentar que, en última instancia, somos una sola familia en Dios y que el diálogo interreligioso no es solo teoría, sino un camino de vida capaz de transformar las relaciones y la sociedad.