United World Project

Workshop

Francesco y el Covid: de la oscuridad a la luz

 
2 junio 2020   |   , ,
 

Francesco, un joven italiano, de Bolonia, para ser más precisos, nos cuenta su #PillsofHope. Su experiencia de esperanza hecha durante el confinamiento en Italia.

«Trabajo en el sector turístico, y con el inicio de la emergencia sanitaria hemos sido golpeados duramente» recuerda Francesco «en pocos días, con las medidas de emergencia que tomó el gobierno, nos vimos obligados a suspender o cancelar todo lo que habíamos programado en los meses anteriores. Sin ninguna prospectiva de reiniciar a corto plazo. Así, me encontré en casa, solo, dividiendo mis jornadas entre estudio y teletrabajo, con el desencanto de ver derrumbarse todos mis proyectos, sin una luz en el horizonte…».

Lo que salva a Francesco de la depresión, fue una llamada de su madre que llega providencialmente, recordándole que se comunique con los amigos de una asociación con la que ha colaborado desde hace algún tiempo, se llama associazione il Cerchio dalla Libia a Via Libia (Asociación del Círculo de Libia en vía Libia) que propone proyectos abiertos de bienvenida, solidaridad y cultura, precisamente en su sede, en vía Libia.  «Había organizado con ellos un campus para la legalidad en Bolonia, el verano pasado -cuenta Francesco- entonces, juntos organizamos la distribución de productos alimenticios». Pero esta vez, a parte de la ayuda a los jóvenes migrantes y a los pobres del vecindario, surgió la exigencia de sostener a las familias, arrodilladas por la crisis, sin trabajo y con necesidades urgentes. «Así pensamos en activar una colecta extraordinaria de fondos, involucrando el mayor número de personas. Entre los productos donados y las ofertas recibidas pudimos superar las primeras semanas y más difíciles; y todavía ahora continuamos con este recaudo».

Francesco se encarga de las entregas y de la ayuda a los muchachos que se han quedado a vivir en vía Libia. «A pesar de miles de dificultades, debidas de las normas sanitarias y el bajo número de voluntarios, es una experiencia muy fuerte de colaborar y compartir». Luego, antes de Pascua, Francesco hace su última entrega a un señor que, al inicio, estaba avergonzado de abrirle la puerta. «Estaba muy embarazado, porque no estaba acostumbrado a pedir ayuda. No trabajaba desde hacía tiempo y su situación se había agravado …». Comenzó un lindo diálogo. Después de escucharlo, el señor se despidió pidiéndole algo inesperado: volver a verse en Pascua para intercambiarse los saludos y superar la soledad.

«Ese “Feliz Pascua, te espero el lunes”, ahogado por la emoción y oculto detrás del tapabocas, me traspasó. Me conmoví también yo, hubiera querido abrazarlo y agradecerle por haberme recordado la potencia que puede tener un gesto aún pequeño». En este momento Francesco se vuelve activo y, después de haber compartido esta experiencia con otros jóvenes, le vino la idea de montar un video con saludos y augurios de amigos de varios países de todo el mundo. «El día de Pascua le mandé el video con más de 50 saludos de muchísimas personas y, para él fue una emoción increíble. Me comunicó que había vuelto a encontrar nueva confianza en sí mismo, ¡cómo no la tenía desde hacía tiempo!».

Una semana después, Francesco recibió otra llamada inesperada…

«Aquel señor me llamó emocionado diciéndome que había encontrado trabajo como celador, me agradecía a mí y a todos los muchachos que lo habían sostenido virtualmente, porque le habían dado nueva fuerza para encontrar trabajo. Para mí fue una emoción muy fuerte, me hizo entender que la ayuda económica es importante, pero ¡sentirse amados y recordados por alguien vale mucho más!».

En este momento Francesco hace también un descubrimiento: «! Descubrí cómo de un momento de oscuridad en nuestra vida, se puede generar nueva luz… y esto active un proceso contagioso que nos lleva muy lejos! ».


SHARE: