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Una adolescencia real en una ficción cruda: ‘Adolescence’, un espejo social

 
4 julio 2025   |   , Adolescence, Netflix
 
Adolescence. (L to R) Stephen Graham as Eddie Miller, Owen Cooper as Jamie Miller, in Adolescence. Cr. Courtesy of Netflix © 2024
Adolescence. (L to R) Stephen Graham as Eddie Miller, Owen Cooper as Jamie Miller, in Adolescence. Cr. Courtesy of Netflix © 2024

Adolescencia, la serie de Netflix que ha triunfado en todo el mundo, retrata con crudeza el lado invisible de la violencia adolescente. Conversamos con la psicóloga Macarena Sanjuan sobre el dolor y las desconexiones de ese universo.

Al abordar el delicado tema de la educación, nos vino a la mente una de las series más impactantes y populares de este 2025: Adolescencia, de Netflix. Pensamos hablar con alguien que trabaja con el tema, como la psicóloga argentina Macarena Sanjuan, quien trabaja en un programa estatal contra la violencia hacia niños, niñas y adolescentes.

Macarena es psicóloga clínica con un enfoque terapéutico basado en la evidencia científica, y reflexionamos sobre el hecho de que Adolescencia nos habla del difícil presente de los adolescentes, de una sociedad donde las redes sociales son armas, donde la escuela es incapaz de ayudar realmente a los niños. De padres en dificultades, y cómo, más allá de la complejidad del presente, la relación entre padres e hijos es algo profundo, complejo e incontrolable.

¿El valor de la serie está en esta doble lectura?

Creo que su valor reside en estos dos puntos de vista, ya que Adolescencia no presenta un caso por resolver: desde el primer episodio sabemos que el protagonista es el autor del acto de violencia. Esto es precisamente lo que la serie quiere mostrar: cómo las situaciones de violencia pueden surgir en la vida cotidiana de forma silenciosa e invisible: en una relación cotidiana, en una familia, en un adolescente, en un instituto. Adolescencia intenta mostrar la importancia de los contextos, es decir, la importancia de la familia y la escuela en la adolescencia, y cómo pueden ser factores de protección o de riesgo. Además, hoy en día la adolescencia está atravesada por las redes sociales y la tecnología, y se vive en soledad o con pocas redes de apoyo adultas. Pensamos que, al distanciarnos, o al distanciar a los adolescentes de las redes sociales, al no hablar del tema, evitamos ciertas situaciones. Ocurre lo contrario.

Adolescence. Stephen Graham as Eddie Miller in Adolescence. Cr. Courtesy of Netflix © 2024
Adolescence. Stephen Graham as Eddie Miller in Adolescence. Cr. Courtesy of Netflix © 2024

Eddie, el padre de Jamie, ¿qué clase de hombre es? No parece un padre particularmente reprobable: tiene limitaciones, es frágil, no sabe cómo gestionar las debilidades de su hijo. No ha podido hablar con él, pero se parece a muchos padres normales. Y, sin embargo, su hijo mata a una niña de su edad a los trece años. ¿Qué idea tienes del padre de Jamie? ¿Quién es, qué responsabilidad tiene?

Inicialmente vemos a este padre con recelo; luego lo descubrimos como un padre típico, con una reacción que cualquier otro padre podría tener, con momentos de descontrol emocional o actitudes más agresivas, debido a que no comprende la situación. Como cualquiera, no puede creer que su hijo fuera capaz de hacer lo que hizo. Es una situación extremadamente difícil de afrontar. Nadie está preparado para algo así. Sin embargo, tanto el padre como la madre de Jamie comienzan a preguntarse: ¿podrían haberlo acompañado de otra manera? ¿Tienen responsabilidades? La serie cuestiona los roles y funciones de los padres, no desde el punto de vista de la culpa, sino de la duda, la responsabilidad y la cercanía emocional con el hijo.

Hay otro padre en la película: el policía, o mejor dicho, el padre de un adolescente que va al mismo colegio que Jamie y no es especialmente popular. Este segundo padre tiene el mérito, o quizás la suerte (tras haber visto lo sucedido), de llevar a su hijo consigo y hablar con él. Hacia el final del segundo episodio, le dice: «Hoy estamos juntos y hablamos porque te quiero». ¿Puede esto marcar la diferencia en un momento tan difícil? ¿Encontrar la manera de escuchar de verdad a nuestros hijos?

Creo que cada familia es diferente y que esta serie muestra dos maneras de relacionarse dentro de una familia. En este caso, incluso el padre policía no tenía mucha comunicación con su hijo. Ni siquiera sabía si iba al colegio, cuáles eran sus vínculos, pensamientos o sentimientos. Sin embargo, existe este momento de conexión. Ambos lo desean: el hijo quiere hablar y el padre quiere escuchar. Aquí está el diálogo a través de la escucha. Escuchar sin juzgar, sin criticar. En esa secuencia, el padre simplemente escucha, acoge y acompaña al hijo en la realidad que vive. Se acerca. Como dije antes, distanciarnos o evitar las redes sociales no es la mejor manera de gestionar ciertas situaciones. Se trata más bien de crear espacios de diálogo, de cercanía sin prejuicios, de validar las emociones de los adolescentes y de reconocer las situaciones que viven.

Me impactó mucho el lenguaje que usan los adolescentes a través de los emojis. Un lenguaje compuesto de palabras precisas, con significados imposibles de entender para los padres. ¿Son señal de una gran ruptura entre padres e hijos?

Al evitar tocar el tema de las redes sociales, no podremos controlarlas. Es todo lo contrario. ¡Las redes sociales existen! No podemos cambiarlas ni controlarlas. Debemos aprender a conectar con ellas. Cuanto más nos distanciemos o neguemos su presencia, menos conoceremos el mundo en el que viven los adolescentes hoy en día. En este mundo, existe lo que nos muestra la serie: emojis con significados particulares, aplicaciones, juegos… todo tiene un lenguaje que, si no lo aprendemos, es como si habláramos otro idioma. Por eso es importante crear espacios de diálogo, acercarnos con interés, curiosidad, comprender. No juzgar. Trabajo con adolescentes y me enseñan cosas nuevas constantemente: palabras, términos, aplicaciones, maneras de usar las redes sociales. Yo también tengo redes sociales, pero no las uso como ellos. Hay que compartir para poder acompañar.

Adolescence. Erin Doherty as Briony Ariston in Adolescence. Cr. Courtesy of Ben Blackall/Netflix © 2024
Adolescence. Erin Doherty as Briony Ariston in Adolescence. Cr. Courtesy of Ben Blackall/Netflix © 2024

La escuela en Adolescencia no causa una buena impresión. Todo el segundo episodio nos muestra sus evidentes límites. ¿Cuán frágil es y cuán importante debería ser la escuela para los jóvenes?

Es una pregunta amplia y compleja, porque la escuela tiene diferentes funciones y es una institución compleja. Aborda muchas necesidades, y todo depende del lugar y el contexto del que hablemos. No es lo mismo hablar de una escuela como la de la serie, en Inglaterra, que la que conozco en Argentina o en otros lugares de Latinoamérica. Creo que las escuelas tienen un papel fundamental y responden al contexto en el que se insertan. Puedo hablar desde aquí, donde ir a la escuela no solo significa aprender a nivel académico, sino también recibir comida, apoyo y ropa.

¿Podemos decir que una de sus funciones es educar?

Educar es la función principal de la escuela y creo que debemos buscar nuevas maneras, porque las necesidades de los adolescentes de ayer no son las mismas que las de hoy. Es necesario crear espacios dedicados a la educación emocional, con asignaturas que aborden y cuestionen pensamientos, relaciones e ideales, más allá del ámbito académico. En la escuela ocurren muchas cosas. Se construyen relaciones, emociones, formas de conectar o desconectar con los demás. En una sociedad donde aparentemente estamos siempre conectados a través de las redes sociales, pero a la vez profundamente desconectados, la escuela representa un lugar de conexión, pero de otro tipo: una conexión presencial.

¿Habla la serie sobre la cultura INCEL? ¿Cuánto sabemos sobre ella y qué tan extendida está entre los muchachos?

A decir verdad, no conocía la cultura INCEL antes de ver Adolescencia. En cuanto la mencionaron, lo primero que hice fue intentar averiguar más, y creo que esto forma parte de la falta de conocimiento, de nuestra falta de implicación en los problemas que viven los adolescentes. También pensé en algunas figuras como influencers o personas que se expresan a través de las redes sociales y promueven este tipo de cultura violenta. Esto también debe visibilizarse, cuestionarse. Necesitamos crear espacios donde podamos preguntarnos si todo esto es realmente positivo, qué pensamos al respecto, qué piensan los adolescentes de esta cultura machista y violenta. Una cultura que sigue existiendo, incluso tras una pantalla.

Adolescence. (L to R) Christine Tremarco as Manda Miller, Stephen Graham as Eddie Miller, in Adolescence. Cr. Courtesy of Netflix © 2024
Adolescence. (L to R) Christine Tremarco as Manda Miller, Stephen Graham as Eddie Miller, in Adolescence. Cr. Courtesy of Netflix © 2024

Lo que te impacta de Jamie es su fría inteligencia. A veces da la impresión de tener una locura interior que resulta tranquilizadora, porque lo diferencia de muchos adolescentes, pero otras veces parece un chico normal, y esto nos preocupa aún más. ¿Por qué nos preocupa tanto?

Creo que nos preocupa tanto porque es un adolescente como cualquier otro, un chico como muchos otros que, sin necesidad de etiquetas, experimenta dificultades y comete un acto profundamente violento. Nos dice que la adolescencia es una etapa compleja porque el ser humano está en una fase de desarrollo. Siempre estamos evolucionando y aprendiendo, pero la adolescencia es una época de pleno desarrollo, una búsqueda constante de identidad: quién soy, qué me gusta, qué quiero hacer, cómo quiero ser. Son preguntas muy intensas.

¿Volviendo a Jamie?

Es un adolescente como muchos otros, que hace algo extremadamente atroz, doloroso y difícil de comprender. Jamie nos muestra la falta de acompañamiento, el miedo que se puede sentir a una edad en la que los vínculos y la dimensión social son tan importantes. El miedo a ser juzgado por no responder a las normas o estereotipos. Es un chico que pierde el control emocional. Por eso es tan importante acompañarlo con una educación emocional, con espacios y relaciones que le permitan encontrar herramientas y habilidades para conectar con sus emociones, dudas y preguntas.

¿Podemos decir que Jamie está solo?

Está bastante solo. No porque no tenga a nadie: tiene una familia, una escuela, amigos, pero está solo con lo que sucede en su interior, con sus pensamientos y sentimientos. Nos conmueve mucho y nos preocupa porque, por un lado, es un chico de 13 años que va a la escuela, quiere salir con sus amigos; Pero, por otro lado, es un chico que, internamente, se enfrenta a miedos, ansiedades, incertidumbres, ira, y termina cometiendo el acto más violento.

En resumen, y conclusión, ¿qué idea te has hecho de Adolescencia?

La serie no nos deja un mensaje, una moraleja ni una lección precisa, pero nos deja con más preguntas que respuestas: ¿por qué sucede esto? ¿Le puede pasar a cualquiera? ¿Es realmente así o no? Creo que este es el aspecto hermoso e innovador de la serie, que en su forma cruda y realista intenta que nos hagamos preguntas, esas preguntas que nos permiten acercarnos a un diálogo más verdadero, un diálogo más genuino con los adolescentes, con una red de adultos que acompañan la adolescencia. Que no la juzga ni la crítica con una mirada adulta, sino que puede acompañarla y validarla, porque es una etapa llena de emociones intensas, de gran investigación. Creo que los adolescentes necesitan adultos que los acompañen, que estén presentes. Y nosotros, los adultos, necesitamos adolescentes que nos enseñen, que compartan con nosotros, que nos cuestionen, porque al final, crecer y hacer crecer siempre es un acto compartido.


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