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Workshop

La Danza, cuando rima con unidad y fraternidad | Parte 2

 
19 febrero 2024   |   Italia, Arte, DanceLab Armonia
 

Encuentro con Antonella Lombardo, fundadora del Lad (Laboratorio Académico Danza) del DanceLabArmonia y de la marcha Armonía de la paz. Incansable usuaria del arte para construir la fraternidad, la unidad y la paz.

Lee la primera parte AQUÍ.

Antonella Lombardo comenzó a estudiar danza desde niña. Continuó en la Academia de Danza de Roma y realizó cursos en París, La Sorbona y Cannes. Se casó a los 25 años, interrumpiendo su carrera como bailarina y dedicándose a la docencia. Construyó en 1984 un extraordinario Centro de Arte, lleno de humanidad, en Montecatini, en Toscana (Italia). Se llama Laboratorio Académico Danza: el LAD, que ha sido el inicio de una gran historia. La visitamos para que nos contara una aventura iniciada hace 40 años.

Nuestro trabajo nació para crear un punto de encuentro para los jóvenes. Para ofrecerles un lugar donde puedan experimentar el arte en sus distintas disciplinas, con positividad y muchos estímulos. Una escuela que desde hace 40 años ha conocido miles de muchachos.

¿Cómo reaccionó el Padre Ibrahim?

Me miró serio y no pronunció ninguna palabra. Pensé que mi proyecto no le interesaba. Me despedí y pensé que no había logrado nada.

¿En cambio?

Después de una semana me llamó y me dijo que le daría la posibilidad a 5 israelíes y a 5 palestinos de participar a nuestro campus Internacional. Comenzó así nuestra aventura y me acuerdo de que teníamos la Digos (policía) y el helicóptero sobre la escuela. Ha sido una experiencia muy fuerte.

¿Algún otro recuerdo?

Durante la primera semana entendimos mejor lo que significa el odio entre israelíes y palestinos. Con Elisa nos preguntamos si nos habíamos equivocado al trabajar en esta realidad que era más grande que nosotras. Estábamos casi desesperadas, pero en cambio descubrimos todo el poder del arte: estos chicos, sudando juntos, descubrían gradualmente que tenían los mismos sueños y necesidades. Comprendieron que podían amarse y nació una amistad.

Algo hermoso…

Una belleza de relaciones que se contagió a otros chicos. Habría muchos momentos para contar de aquel primer Campus, pero la cosa más bella fue el “milagro” del encuentro la segunda semana. El clima de armonía y fraternidad.

¿Luego qué pasó?

La experiencia continuó a lo largo de los años con otros campus, aunque seamos una gota en el mar de dolor. Sin embargo, al regresar a Jerusalén vimos que estos chicos israelíes y palestinos se podían abrazar. Esto es lo importante. Lograr cambiar una mentalidad de odio mutuo.

¿Cómo llegar allá?

Trabajando con los jóvenes más proclives al cambio. Lo experimentamos con el clima de armonía creado en la preparación del espectáculo para los 800 años del encuentro entre San Francisco y el Sultán Malek. Escuelas musulmanas y católicas trabajando juntas para un evento realizado en Jerusalén y Marsella.

¿El padre Ibrahim conoce los resultados de este trabajo?

Durante el primer Campus Internacional, en mi escuela en Italia, el padre Ibrahim Faltas, llegó por sorpresa y quedó profundamente impresionado viendo que entre israelíes y palestinos no había ninguna diferencia en el escenario. Los primeros tenían óptimas escuelas, los segundos no, pero habían logrado eliminar cualquier diferencia. El Padre Ibrahim nos invitó a realizar un campus de arte también en Belén y en Jerusalén.

A partir de ahí, la experiencia del campus en Medio Oriente…

Exactamente, en 2014. Estábamos alojados, como ahora, en la sede de Juan Pablo II en Belén, reuniendo a unos 150 chicos de campos de refugiados de los territorios palestinos. Otro campus se realizaba contemporáneamente en Jerusalén, en las escuelas de Tierra Santa y otro en Biet Hanina, en una escuela con 400 niños sordomudos: es una llaga frecuente en aquella zona, porque con la presencia del Muro entre Belén y Jerusalén, se casan entre consanguíneos y se crean estas situaciones.

¿Cómo están viviendo este momento?

Ahora los campus están suspendidos y es una catástrofe: nos llegan mensajes que hablan de una situación muy grave. Mantenemos contacto con todos nuestros chicos a través de internet. La ayuda solo puede ser verbal, de conforto, pero notamos que de todas maneras es importante. Da fuerza a nosotros y a ellos. Así mantenemos vivo nuestro proyecto, aunque si ahora, no presencialmente.

Mantienen viva la esperanza…

Que «es una persona», como nos dijo Massimo Toschi. Espero también poder construir pronto una escuela permanente en Belén. Ya tenemos el lugar y el proyecto. Sería muy importante.

¿Tienen alguna ayuda?

El padre Ibrahim Faltas nos dará la oportunidad de abrirlo. Significaría ofrecer continuidad y coherencia al trabajo de los chicos. El arte puede liberar a las personas, dar esperanza y sentido de libertad también a quienes viven como prisioneros al aire libre.

Esta historia habla de fraternidad y fuerza.

La fraternidad universal es crear altísima unidad entre los pueblos y las personas. El arte es un lenguaje superior que abate las barreras culturales, religiosas y sociales. Y crea profunda armonía. El cuerpo que nos fue donado es un instrumento que nos hace descubrir que somos diferentes pero unidos en una sola alma.

Los chicos dan un gran impulso a la construcción de la hermandad…

Nuestro proyecto nace del corazón de los jóvenes y por esto tiene gran fuerza. Ellos son los primeros en creerlo. Los chicos del Campus, amando la danza, trabajando juntos, crean una fraternidad superior también a aquella de sangre.

¿Cuáles son las próximas etapas inmediatas, en su trabajo?

El 31 de mayo realizaremos un espectáculo para las escuelas en Florencia al que invitaremos al padre Ibrahim Faltas que nos hablará de la situación de Medio Oriente. Tendremos varias personalidades y mostraremos videos creados por las escuelas sobre el tema de la paz. Seguramente aquellos más emblemáticos de Medio Oriente o de América Latina. Contaremos cómo tantos chicos y niños, de diferentes maneras participan en la construcción de la paz.

Los mismos conceptos los viven en la escuela…

Para los chicos que frecuentan mi escuela no es obligatorio estar activos en la asociación: la membresía debe ser una elección. En general, los mejores ponen al servicio de los otros sus talentos, de manera que no haya protagonismo, sino que el resultado final sea válido para todos. Muchas veces, al final de un espectáculo, advierten una emoción superior a la de haber actuado personalmente. Muy a menudo me han dicho se haberse sentido “una sola cosa” en el escenario. Luego quien tiene verdaderamente talento, de todos modos puede formarse como profesional.

También hay personas con discapacidad en la escuela.

Generalmente componen la coreografía junto a los demás. Notamos como esto no quita nada a nadie, más bien suma. Generalmente trabajamos para dar la posibilidad a cada uno de expresarse de la mejor manera y colmar los vacíos de los demás. Este es nuestro método pedagógico: las personas no trabajan para sí mismas solamente, sino para los demás. Esto acrecienta la capacidad: se mejora donando, y cuando los chicos lo entienden se entusiasman.

El arte ayuda de muchas maneras…

En nuestra escuela hay una chica afectada por Ataxia: prácticamente no tiene equilibrio. Cuando llegó, siendo niña, la apoyaban para caminar. No soy médico y al inicio no me sentía capaz de darle clases. La mamá insistió y comenzamos con la propedéutica de la danza: ejercicios de psicomotricidad armónica además de mucho amor. Recuerdo su felicidad cuando comenzó a moverse al compás de la música. Ahora tiene 18 años, camina por sí sola y hace las coreografías con los demás. Un milagro de amor. Cuando en los espectáculos el público percibe esto, llegan estruendosos aplausos.

¿Aplausos que también hacen bien a ustedes?

Nos dan fuerza porque estos 18 años de la asociación también han sido duros: en los Campus Internacionales todo es gratuito, pero para organizarlos es necesario mucho dinero y lograr encontrarlo no es fácil. A pesar de esto creemos en la gratuidad como incentivo inicial para muchos chicos que luego quedan fascinados por el proyecto. Hay profesionales que han vivido nuestro campus y me escriben que continúan llevando adelante la idea de la armonía posible en su compañía.

Lee la primera parte AQUÍ.


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