La Asociación Goccia dopo Goccia nació de la idea de algunas personas animadas por el espíritu de unidad y hermandad universal de toda la humanidad, independientemente de la raza, la religión o el color de la piel. Al conocer la realidad de los refugiados karen que huían de Myanmar, comenzaron a hacerse cargo de su sufrimiento, con la adopción a distancia de algunos niños de esta población que no tiene su propio territorio, su propia nación. Un grupo de niños, padres y maestros de Latina (Italia), que conocían el proyecto, se tomaron muy a pecho el mismo proyecto y se inició una especie de hermanamiento entre la escuela Istituto Comprensivo Giuliano y la nueva escuela «Goccia dopo Goccia» (Gota tras Gota) de Mae Sot, llamada así por la conexión y el apoyo cada vez más concreto a través del proyecto escolar: «Gota tras Gota, el Amor supera todas las fronteras».

Los niños de Mae Sot y sus familias son algunos de los beneficiarios de este proyecto que quiere estar abierto a cualquier lugar donde haya niños en dificultades y que no esperan más que un poco de amor, de compartir y de ayuda concreta. En la actualidad, su ayuda, como Asociación Gota a Gota, llega no sólo a Mae Sot, en el noroeste de Tailandia, sino también a Chiang Rai, en el norte de Tailandia, en Laos y en Vientam: en total, unos 12 proyectos diferentes y variados, que van desde el apoyo escolar, hasta la construcción de pequeños puentes y pasarelas de hormigón, pozos de agua, distribución de alimentos y medicinas a familias en graves dificultades.

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