La historia de Dino Impagliazzo y la asociación de voluntarios que fundó, RomAmoR, contada por su actual presidente, Elio Mattei, y Riccardo Bosi, autor del libro Pane e dignità (Pan y Dignidad), dedicado a Impagliazzo. Cómo es preparar alrededor de 700 comidas a la semana.

«Cada uno de nosotros está llamado cada día a experimentar la belleza del encuentro», se lee en el sitio web de RomAmoR ODV, «y a veces elegimos encontrarnos con el otro, más marginado, que pasa desapercibido, pero que forma parte de nuestro pequeño y gran mundo».

El otro, el más frágil, está en el corazón de la experiencia de RomAmoR, nacida del encuentro entre Dino Impagliazzo, fundador de la asociación, y las personas sin hogar en la estación de Tuscolana, en Roma: “De su deseo —leemos más adelante— de cuidarlos, de acercarse a los demás, de amarlos incondicionalmente y aceptarlos como son”.

El hermoso libro Pane e Dignità (publicado por Editorial Cittanuova), escrito (con Paula Luengo Kanacri) por Riccardo Bosi, está dedicado a Dino Impagliazzo: “Un padre, un abuelo, un trabajador —lo define el autor—, un hijo fuerte de la isla de La Maddalena, Cerdeña. Un hombre amable y luminoso. Joven de corazón, delicado con su alma y sus gestos. Fuerte en su abrazo, tenaz y apasionado en sus decisiones, que nunca son obvias”.

Ese bendito sándwich

«El día que se jubiló», recuerda Bosi, «Dino Impagliazzo le dijo a su esposa: ‘Si paro, me convertiré en momia'». Buscaba la manera de empezar una nueva vida y conoció a un joven en circunstancias difíciles. Tomó un café con él. Luego le llevó un sándwich que había preparado en casa. Se hicieron amigos. El joven le explicó que conocía a otras personas en dificultades y le pidió a Dino más ayuda. Él involucró al edificio, al barrio.

El proyecto creció, el número de voluntarios aumentó. La vida comenzó en las calles, donde comidas calientes, preparadas con amor, llegaban en la oscuridad de las estaciones de tren de Roma: puestos de avanzada del infierno, no-lugares donde personas sin hogar invisibles y desesperadas flotan y luchan por no hundirse.

Así nació RomAmoR. «De un acto de amor. De la decisión radical y evangélica de un hombre normal y extraordinario; de la profunda conciencia de que, en el gran mar de la vida, todos somos barquitos de papel, frágiles y transitorios, y que nadie siente que ha llegado.»

La lección de Dino Impagliazzo ha crecido

Para hablar sobre la transformación de RomAmoR en el tiempo, nos reunimos con su presidente, Elio Mattei. «RomaAmoR proporciona comidas a personas sin hogar con excedentes de mercados, panaderías y supermercados«, nos contó. «Recogemos lo que se dona, generalmente próximo a caducar, y preparamos las comidas nosotros mismos, que entregamos en las estaciones: Tiburtina y Ostiense dos veces por semana. Los sábados, también en San Pedro. Preparamos alrededor de 700 comidas a la semana«.

Este trabajo requiere una estructura articulada y eficaz, comentamos. «Tenemos que agradecer a Dino una vez más la oportunidad de utilizar una cocina profesional puesta a disposición por los Padres Rogacionistas», nos respondió Elio, presidente de RomAmoR desde 2022, tras el fallecimiento de Dino Impagliazzo. Anteriormente, había colaborado como voluntario con él durante años. «Nos encargamos de pagar los servicios públicos. También tenemos una furgoneta que usamos para recorrer la zona, recoger donaciones y llegar a las estaciones».

Trabajo fundamental en medio del silencio institucional

Elio recuerda que “al principio, Dino lo hacía todo con su coche. Hoy en día, sería imposible, dada la cantidad de trabajo que realizan aproximadamente 130 miembros”. Hoy, RomAmor es un ejemplo de gran ciudadanía activa para una ciudad tan compleja como la capital italiana: “Al igual que otras organizaciones de voluntariado dedicadas a preparar comidas (Cáritas, Sant’Egidio, la Cruz Roja y parroquias), es fundamental”, explica, “porque mucha gente necesita comida y no hay una estructura ni actividad apoyada por las instituciones. Nos damos cuenta de esto en verano, cuando las organizaciones de voluntariado bajan de ritmo y quienes lo necesitan están desesperados”.

Es una herida social de la que se habla poco, comentamos a Elio y él responde: “Dada esta falta de apoyo institucional, tal vez se prefiere no hablar y dejar que las diferentes asociaciones aborden sus deficiencias. Como nosotros que trabajamos en silencio, intentando recaudar fondos, porque por desgracia los gastos son realmente enormes”

Gratitud que recompensa

Le preguntamos a Elio, incluso tras años de vivir esta experiencia, qué es más fuerte: el dolor de tanto sufrimiento continuo o la alegría de presenciar la solidaridad y el altruismo entre los seres humanos. “Puedo dar testimonio de la gratitud de muchos que necesitan no solo una comida, sino también a alguien que los escuche y los cuide. Nos encontramos con sufrimientos de diversos tipos: alcohólicos, drogadictos, inmigrantes de paso por Roma. Es inevitable que también nos enfrentemos a situaciones delicadas y difíciles. Nos encontramos con tanta desesperación”.

Otro recuerdo de Dino Impagliazzo

También le pedimos a Elio que recordara a Dino Impagliazzo, quien en 2020 fue nombrado por el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, como Comandante de la República Italiana: “Cocinero de los Pobres” “Un gran hombre”, lo describió, “una persona que utilizó todas sus fuerzas, incluidas las económicas, para hacer realidad el sueño de ayudar a tanta gente. Siempre decía que no hay nada más hermoso en la vida que ayudar a los demás”.