El MediterArtFestival2025 convirtió a Italia en un escenario de arte, diálogo y fraternidad. Una ola de cultura y belleza recorrió el Mediterráneo para mostrar que el arte puede ser puente de paz en tiempos fragmentados.

Entre el 20 de junio y el 26 de julio se llevó a cabo en Italia el “MediterArtFestival2025 – Armonías para una ola de paz”, un evento que transformó al Mediterráneo en un escenario de encuentro cultural, artístico y humano.

Promovido por la Asociación Air en conjunto con Artisti in rete APS, el festival fue mucho más que una sucesión de espectáculos: se propuso como un puente entre culturas, un abrazo entre pueblos que habitan las distintas orillas del Mediterráneo y un llamado a elegir la fraternidad como horizonte común.

El itinerario comenzó el 20 de junio en Montecatini Terme y tuvo su corazón en Nápoles, donde del 21 al 26 de julio más de trescientos artistas ofrecieron conciertos, performances, exposiciones y momentos de diálogo. Cada ciudad y cada sede sumó su parte a un mosaico colectivo que habló de diversidad, belleza y deseo de futuro compartido.

La Belleza como principio y camino

El festival se enmarcó en un camino iniciado por la red @ir en 2023 con la firma de la Carta Magna de la Belleza, un manifiesto ético nacido en Loppiano. Allí se afirmaba: “Nuestro arte nace de la chispa de belleza presente en cada ser humano. El método es compartir. El estilo es comunión. La misión es servir a la vida”.

Desde entonces, iniciativas como el Family Art Day, que en su última edición reunió a más de 500 artistas de ocho regiones italianas, han dado forma a una red vibrante que concibe el arte como servicio, relación y puente entre culturas y generaciones.

En ese espíritu, el MediterArtFestival2025 reafirmó un principio esencial: el arte no toma partido, no se ata a banderas, sino que abre caminos de diálogo interreligioso, intercultural y humano. “Cada invitación, cada evento, cada elección artística se realiza con la firme intención de tender puentes, no muros”, subrayaron desde la organización.

Una semana de arte en Nápoles

Las jornadas incluyeron música, teatro, danza, poesía, pintura, fotografía y talleres. En el Maschio Angioino y en la Rotonda Diaz, los visitantes recorrieron la exposición Drops of @ir – III Edición y participaron de encuentros que alternaron expresiones artísticas con reflexiones culturales, interreligiosas e interculturales.

Aunque se esperaba la presencia de artistas de Oriente y Occidente (Beirut, Palestina, Bosnia, entre otras nacionalidades), sus ausencias debidas a razones laborales y de movilidad no restaron fuerza al mensaje. Muchos acompañaron a distancia, demostrando que la creación compartida puede superar fronteras.

El programa final incluyó conferencias, proyecciones artísticas por la paz y actividades con jóvenes, que dialogaron sobre el papel del arte como herramienta de inclusión y reconciliación. Entre los momentos más significativos estuvo la procesión simbólica por la paz en el paseo marítimo de Nápoles, seguida de la gala de cierre, que dio un tono luminoso y participativo al final del festival.

El MediterArtFestival2025 se presentó como un espacio donde el arte no busca protagonismo, sino conexión. Un arte que educa, sana y transforma, capaz de hablar un lenguaje universal: el de la relación auténtica. Como afirma Tiziana Capasso, inspiradora de este camino: “El arte es relación, y una relación sana es el verdadero comienzo de toda revolución sana”.

Con esta edición, el festival dejó abierta una promesa: seguir construyendo, desde la belleza y la cultura, un horizonte de solidaridad y paz que trascienda fronteras.